Un 5 de mayo de 1912 se dio inicio a la construcción del puerto de San Antonio. Decisión que representó, por un lado, el carácter comercial otorgado a este territorio desde sus orígenes y, por otro, uno de los mayores ejemplos de la política portuaria desarrollada en Chile entre 1900 y 1930 con el fin del abaratamiento de costos para la exportación e importación de productos.
Sin embargo, más allá de las cifras, el surgimiento de un puerto bajo los cánones de la modernidad de principios del siglo XX significó el desarrollo de la figura del obrero portuario y su incidencia en las faenas. Como también, el desarrollo social de la ciudad a través del siglo.
Esta transformación social significó organización en gremios y sindicatos, (Sicosemm) lucha por reivindicaciones laborales y cooperativismo como una forma de hacer frente a las diversas problemáticas que fueron transversales desde los orígenes del puerto y a través de su historia.
Así mismo, durante la dictadura militar, estas organizaciones fueron golpeadas por las violaciones a los derechos humanos y la fragmentación del sindicalismo en el sector, aspectos que se proyectan y repercuten hasta el presente.